Sí, es seguro usar lentes con filtro de luz azul todo el día. Aunque no eliminan completamente la fatiga visual, pueden ayudar a reducir las molestias causadas por el uso prolongado de pantallas.

Los optometristas recomiendan reemplazar los lentes con filtro de luz azul cada 1-2 años, dependiendo del uso. Con el tiempo, los recubrimientos de las lentes y los materiales de la montura pueden deteriorarse, reduciendo su efectividad.

La exposición prolongada a la luz azul puede dañar las células de la retina y contribuir a problemas de visión como la degeneración macular relacionada con la edad. También podría aumentar el riesgo de cataratas, cáncer ocular y crecimientos en la superficie del ojo. (Fuente: UC Davis Health)

Los lentes antirreflejos reducen el deslumbramiento causado por la luz que se refleja en la superficie de la lente, mejorando la claridad y la comodidad visual. Los lentes con filtro de luz azul filtran la luz azul dañina de las pantallas, reduciendo la fatiga ocular y mejorando la calidad del sueño. Aunque ambos mejoran el confort visual, los lentes con filtro de luz azul están diseñados específicamente para proteger contra la exposición a pantallas digitales.

Sí, los lentes con filtro de luz azul definitivamente valen la pena. Ayudan a reducir la fatiga ocular, mejoran la comodidad durante largas sesiones frente a la pantalla y favorecen un mejor descanso al filtrar la luz azul que afecta el sueño. Son ideales para quienes pasan mucho tiempo usando dispositivos digitales.

La mayoría de las gafas de sol protegen los ojos bloqueando la radiación UV, reduciendo los reflejos y filtrando la luz azul en exteriores. Sin embargo, no todas las gafas de sol bloquean eficazmente la luz azul de las pantallas digitales.