El tratamiento antirreflejante es esencial para las gafas. Mejora la apariencia, optimiza la visión y reduce la fatiga ocular.

La mayoría de los expertos coinciden en que un tratamiento antirreflejante suele durar entre uno y dos años en promedio.

Las gafas con tratamiento antirreflejante son ideales para la conducción nocturna. Este tratamiento reduce los reflejos y el deslumbramiento, mejorando el contraste y la claridad visual en condiciones de poca luz.

Para prolongar la vida útil del tratamiento antirreflejante, evita exponer tus gafas a temperaturas excesivas. Por ejemplo, no las dejes bajo la luz solar directa o dentro de un coche caliente, ya que el calor intenso puede debilitar el tratamiento.

Las lentes antirreflejantes minimizan los reflejos de la luz en la superficie de los cristales, mejorando la claridad y la comodidad visual. Las lentes de luz azul, en cambio, bloquean la luz azul de las pantallas, reduciendo la fatiga ocular y mejorando el sueño. Aunque ambas mejoran el confort visual, las de luz azul están diseñadas específicamente para la protección contra pantallas digitales.

Para limpiar las lentes antirreflejantes, usa un limpiador de lentes y un paño de microfibra. Evita materiales ásperos o productos químicos agresivos que puedan dañar el tratamiento.

Sí, el tratamiento antirreflejante se puede eliminar, pero es recomendable que lo haga un profesional para evitar dañar los cristales.