Las gafas de lectura ayudan a ver con claridad de cerca, por ejemplo al leer en un smartphone, una computadora o un libro. En cambio, las gafas graduadas pueden corregir una gama más amplia de problemas visuales, incluyendo la miopía, el astigmatismo y más. Las gafas de lectura suelen utilizar lentes de aumento con una potencia correctiva predeterminada, mientras que las gafas con receta están personalizadas según tus necesidades visuales específicas.

Las gafas de lectura amplían el texto y los detalles finos, facilitando la visión de cerca. Reducen la fatiga ocular y permiten un enfoque más cómodo al leer, usar smartphones y tabletas, o realizar tareas de precisión como coser o hacer bricolaje.

Si tienes que alejar los libros o el móvil para ver con claridad, o si tus ojos se sienten cansados tras tareas cercanas, probablemente necesites gafas de lectura. También pueden aparecer dolores de cabeza frecuentes o visión borrosa de cerca.

Comprueba qué tan bien puedes leer letra pequeña de cerca. Si tienes más de 40 años, se recomienda comenzar con una graduación de entre +1.00 y +1.50. Si el texto sigue borroso, prueba una graduación un poco más alta hasta que la visión sea clara y sin esfuerzo.

No, las gafas para leer no dañan tus ojos. Usar una graduación incorrecta puede causar molestias temporales como dolores de cabeza o fatiga ocular, pero no perjudicará tu visión. Sin embargo, algunos oftalmólogos desaconsejan recurrir a las gafas de lectura demasiado pronto, ya que podrían no abordar problemas de visión subyacentes. Para un consejo personalizado, consulta con tu oftalmólogo.

Sí, la calidad de las gafas de lectura varía según los materiales, la calidad de las lentes y la artesanía. Las gafas de diseñador de mayor calidad suelen ofrecer mejor claridad, durabilidad y comodidad.